Por Carolina Silva G, Kinesióloga especialista en disfunciones del piso pelviano www.carolinasilva.cl
Si de algo me acuerdo que me decía mi mamá, es que cuando uno salía de la casa e iba de visita a otro lado o iba a trabajar, había que “Educar el cuerpo” para que la vejiga pudiera aguantar bastante tiempo y no tener que estar pidiendo el baño prestado o entrando a baños públicos.
El miedo y pánico de mi mamá con respecto a usar baños públicos o de lugares desconocidos, era que pudiera pegarme alguna infección. La cosa es que desde que me dedico a la rehabilitación de disfunciones del piso pélvico, aprendí y le enseño a todos mis pacientes, que la vejiga tiene una capacidad límite de almacenamiento y que aguantar y retener la primera por más de 4 horas ya es un factor predisponente para presentar una disfunción a nivel de los músculos del piso pelviano y probablemente a nivel de la vejiga urinaria.
¿Alguna vez les ha pasado que han aguantado tanto las ganas de orinar, que cuando por fin se sientan en el sanitario, el chorro de orina sale lentamente y sin mucha fuerza? Lo que uno pensaría es que como hay tanta orina acumulada, el chorro saldría de forma potente y rápida pero pasa justamente lo contrario.
¿Por qué? Porque la vejiga está recubierta de un músculo llamado detrusor. Y los músculos funcionan muy parecido a un resorte. Si uno tira de cada extremo del resorte, este se elonga y al soltarlo, se volverá a contraer. Pero si se elonga el resorte, más allá de lo que puede dar, seguramente este quedara deformado y ya no se contraerá de igual forma que antes.
Lo mismo pasa a nivel del músculo detrusor. Si la vejiga almacena más orina de la que es capaz, las fibras musculares del detrusor se distienden tanto que ya no pueden contraerse con la misma fuerza y entonces no logran estrujar o apretar la vejiga con tanta presión y, por lo tanto, el chorro de orina sale casi por efecto de gravedad y la relajación de los esfínteres uretrales que permiten su paso hacia el exterior.
Debemos procurar siempre mantener la vejiga urinaria en buenas condiciones y es por esto que se recomienda orinar cada 3-4 horas, teniendo o no ganas de orinar.
La práctica de hábitos saludables como éste, pueden prevenir la aparición de disfunciones a nivel de los músculos del piso pelviano y de los órganos que descansan sobre él. CH H
