Utensilios de cocina: Aquí la responsabilidad la tiene el retail y sus campañas publicitarias que cada año nos hacen creer que las mujeres por defecto tenemos que ser felices con un juego de ollas, cocina moderna o un refrigerador de dos puertas que es capaz de hacer hielo en forma de corazones. Estos accesorios son parte de la casa, regalar algo así es poco personal.
Productos anti edad: Entrar en el campo de la edad es complejo, sobretodo cuando se trata de la mamá porque regalarle la crema de moda para “borrar las patas de gallo” es decirle de manera poco sutil “estás vieja, hazte algo en la cara”. Ese tipo de producto es de índole personal, cada una sabe cuándo y cuál decide comprar.
Manualidades: Si no estás en enseñanza básica o no eres un prodigio del arte, descarta de plano este regalo. Dar un lapicero hecho con palitos de helado o un joyero cubierto por fideos es bien visto cuando tienes 9 años, no cuando tienes un poder adquisitivo considerable.
Comida en casa “yo cocino, tú lavas”: Es su día, por eso si tu intención es que pase un buen rato no la hagas trabajar ese día. A menos que le traigas un ejército de mozos para retirar platos, lavar loza y dejar la cocina reluciente, mejor que ni consideres la idea de una comida hecha en casa.
Decoración para la casa: Es como regalar utensilios de cocina, es algo que finalmente terminará como parte de la casa y no como un recuerdo de un regalo que te diste el tiempo de pensar en ella.