El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), publicó un estudio sobre el llamado “impuesto rosa”, el cual se refiere a las diferencias de precios por productos que tienen la misma función y características, pero están dirigidos a diferentes géneros.
“Si bien hemos visto un ajuste en las prácticas, todavía existen ejemplos en que las mujeres pagan más por productos de igual función, solo por el color destinado a su género. Lo que también es preocupante es que hay productos que tienen menos cantidad para ellas que para ellos y las empresas deberán explicar a qué se debe esa diferencia”, detalló el director nacional del Sernac, Lucas del Villar.
Asimismo, explicó que esta diferencia en los precios de los productos no es, necesariamente, una infracción a la Ley del Consumidor.
“Aunque es natural que existan diferencias de precios en los productos, en los tiempos actuales es difícil justificar que un producto con idéntica función sea más caro para un género que otro”, señaló.
Este estudio se realizó en la región Metropolitana y en la de Valparaíso, donde se analizaron precios en internet de 251 pares de productos que fueran idénticos o muy similares y presentaran una versión para género femenino y masculino.
De esta forma, en el caso de la capital, un 6,7% (17 pares de productos, del total de la muestra de 251 productos) presentaron diferencias de precios por género. Respecto a los resultados del año 2019 la diferencia de precios fue de un 24%.
Asimismo, del total de productos con diferencias de precios por género, las mujeres pagan más en un 76,5% (13 productos), mientras que los hombres en un 23,5% (4 productos).
Un ejemplo de estos productos, son las bicicletas, donde la «versión hombre» tiene un valor de $269.990, mientras que la versión rosa con iguales características y funcionalidad, su precio es de $289.990.
Asimismo, las maquinas de afeitar desechables responden a la misma lógica que las bicicletas, estas presentan un 7,95% de diferencia en sus precios.
Por otra parte, en la región de Valparaíso, un 24% de los productos presentaron diferencias de precios por género, siendo la comuna de Viña del Mar la que concentró los precios mayores para mujeres.
El concepto de “Impuesto Rosa” viene del inglés Pink Tax que nace en 1990 en California, Estados Unidos, pero en ese entonces se conocía como impuesto a la mujer y la principal diferencia que presentan estos productos es el color rosa. CHH