Por Lorena Olivares, periodista Chicureo Hoy.
Karen Uribarri es periodista, profesión que compatibilizó con su interés por el mundo de la sexualidad y que con el paso del tiempo la llevó a especializarse de manera académica, posicionándose como una referente a la hora de hablar de sexo con una mirada más profesional. Actualmente realiza terapia en la consulta del doctor Héctor Valdés, en High Care, donde recibe pacientes que acuden en busca de ayuda.
Con más de diez de años de experiencia en la materia, la periodista- quien además vive en Chicureo- empezó escribiendo columnas sobre sexualidad en distintos portales y reconoce que al principio debió lidiar en más de una oportunidad con propuestas indecentes de sus lectores. “Era agotador, muchos me preguntaban por qué no los bloqueaba o cortaba cada vez que me llamaban, pero yo no hacía eso. Me di el tiempo de explicar a cada uno que lo mío era educación sexual y no más que eso. Fueron al menos cinco años en que se repetía esto y con el tiempo, la gente empezó a entenderlo de la manera que buscaba”.
Consolidada actualmente como una experta, explica que su primer libro, “Manual de Sexo a la Chilena y las 69 formas de sacar el celular de la cama”, no es una radiografía del sexo en Chile, sino que busca ser una herramienta educativa. “Trata de abarcar la sexualidad desde la perspectiva de principiantes, es la primera brocha que toda pareja debiera saber”, indica. Incluso adelanta, que ya se viene un segundo libro en la misma línea, el cual debiera ver la luz a principios del próximo año.
Según Karen el sexo en Chile sigue siendo un tema que no se aborda de la manera correcta. “No tenemos educación sexual completa, sino lo que se hace son unas clases de reproducción. Pero falta la otra parte, no se ve la sexualidad como una nutrición sensual, como parte de la biología y esto desencadena en que como pareja muchas veces no sepamos cómo actuar”.
¿Esta concepción tiene que ver la idiosincrasia del chileno, según la cual hemos sido criados bajo la culpa y en la que el sexo es pecaminoso?
“Absolutamente. Tiene que ver con paradigmas sociales, culturales y políticos. Todo se hablaba muy para callado, muy culposo. Nadie nunca se ha sentado a decirnos “así cómo nacimos de un acto de amor de sexualidad, la sexualidad también tiene que ver con amor aunque no siempre implique la reproducción como fin”. Te enseñan que no puedes decir vagina porque es feo, pero no enseñan a los niños los nombres correctos de cada parte de su cuerpo. Hay gente que no sabe nombrar y dice “allá abajo”, eso es algo muy ambiguo. En ese camino tenemos una sexualidad restringida, mediocre y básica en términos de placer”.
Si bien Karen dice que actualmente existe un mayor destape, que vino de la mano de las generaciones más jóvenes, considera que éste pasó al otro extremo en donde existen un grado de irresponsabilidad. “Está bien que se explore, pero cuidando tu cuerpo y queriéndote. El contagio del VIH subió, junto a otras las infecciones, hay más sexo anal y oral sin reguardo sólo para evitar el embarazo”, explica. Para ella, esto tiene relación con las políticas públicas en la materia, en donde el Estado sólo entrega las herramientas pero sin información, “te entrego la pastilla, pero no sabes qué pasa con tu cuerpo. Falta más el abrazo del padre Estado en vez de entregar soluciones sin lazos.”, indica.
En los últimos años el rol de la mujer en torno al sexo ha ido cambiando. Cada vez son más las que se han ido empoderando de su sexualidad y dejando de lado miedos y tapujos, “se siente dueña de su propia sexualidad, busca lograr orgasmos, quiere satisfacerse de mejor forma, y pide encuentros sexuales si los quiere”, indica Karen.
Pero aún se cataloga a ese tipo de mujeres como ninfómanas, se estigmatiza de manera negativa.
“Se dice que es una puta y que debe ir a quemarse a la plaza. Se cataloga así por sentir, por tener ganas, por pedir encuentros. Esto pasa porque se nos ha enseñado que no podemos hablar de nuestro pasado sexual, a no hablar de nuestras sensaciones, menos de fantasías y si es que las hay, que sean lo más tradicional para no espantar al resto. Los hombres están más estimulados, pero nosotras también”.
¿Y entre las mujeres somos críticas y prejuiciosas?
“Siempre, y viene el adjetivo calificativo entre nosotras. Por eso terminamos haciendo las cosas a escondidas, como todo en Chile; existe infidelidades aceptadas en el núcleo de la pareja pero que no se asumen, tenemos swingers que terminaron con sus encuentros en tremendas casas en las afueras de Santiago, los tríos aumentaron todo porque es la fantasía más típica. Pero frente al resto, nadie se masturba, todos lo hacen en la posición del misionero, nunca nadie ha mirado a alguien en la pega”.
¿Qué piensas del porno, puede ser una buena herramienta o distorsiona la realidad y expectativas a la hora de un encuentro sexual?
“Tengo una relación de amor y odio con el porno. En la pareja es buen potenciador, inspira a hacer cosas más divertidas. Pero, por otro lado, como es la primera vía de educación que tienen muchos jóvenes, produce problemas de eyaculación, disfunción eréctil y también genera conductas agresivas hacia la mujer”.
Es en esto último en que la sexóloga hace hincapié, en cómo a pesar del cambio de paradigma, la mujer sigue siendo víctima de abuso producto de una cultura machista. “El hecho que cuando te subas al Metro siempre alguien te trate de puntear o que te agarren el poto, es un abuso. Se mira como algo cotidiano y no lo es”, señala Karen y asegura que en nuestro país “hay mucho abuso oculto. Si indagamos en nuestras familias, probablemente alguien fue abusada, los hombres tenían una relación con el sexo de descarga en donde la pareja era la vía para eso”, recalca
Además de sus columnas y libro, Karen viene trabajando desde hace un tiempo en su sitio SexoSentido.cl, en el cual además de responder inquietudes también existe un espacio para abordar la sexualidad en el mundo de la discapacidad. “En Chile hay un vacío tremendo. Tenemos la Teletón, pero no hay instancias de terapia sexual para discapacitados que estén al alcance de ellos. Es una realidad en donde existe mucho desamor, al no tener goce se cae en depresión. No hay pareja, no hay trabajo, es una cadena de situaciones”, indica. Es por eso que también se especializará en dicha área y así poder brindar la ayuda necesaria. CH H