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Son muchísimas las mujeres quienes tras años de sentirse disconformes con sus mamas, ya sea por el escaso volumen o porque luego de los embarazos y amamantamientos de sus hijos, éstas perdieron tamaño y volumen quedando caídas, deciden operarse. Y aunque someterse a un aumento mamario es una decisión que hay tomar responsablemente, hoy la cirugía plástica entrega soluciones más seguras, con excelentes resultados y plazos de recuperación que se han reducido considerablemente.
Se trata de un procedimiento quirúrgico que busca generar o recuperar el volumen de las mamas con una prótesis de silicona de alta calidad. El implante se puede colocar bajo el músculo pectoral o detrás de la glándula. Los implantes son cada vez de mejor calidad y están fabricados con materiales que garantizan incluso una durabilidad casi de por vida. Aun así, hay que hacerse una ecografía y/o mamografía anual para controlar la mama y el implante. Sólo en caso que éste presente una complicación, se cambia. Los riesgos, aunque existen, como la contractura capsular y la rotura de los implantes, han disminuido significativamente.
Actualmente existen tipos de implantes que permiten una caída y un movimiento cada vez más natural. Cabe decir, que en implantes mamarios viene una tecnología completamente diferente. Así lo pudo comprobar el doctor Esteban Torres, cirujano plástico y reconstructivo de la Universidad Católica, quien recientemente participó en el Congreso Highlights of Plastic Surgery 2017, realizado en marzo de este año en Panamá.
“Los avances se muestran desde el punto de vista de la cobertura, de la nanotecnología que usan para poder definir la superficie y la uniformidad de la prótesis, generar menos reacciones, menos contractura capsular, y una forma que brinda un aspecto de la mama realmente muy natural”, explica el profesional acreditado en la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica y miembro del Wellness & Aesthetics Medical Center.
Lo tradicional es que existieran los implantes en forma de gota (anatómico o natural) o un implante redondo. Sin embargo, hoy en día se ha ido más allá, y se han desarrollado los geles; que son ergonómicos, es decir se van moviendo junto con la paciente.
“Por ejemplo, si la paciente está de pie, adquiere una forma natural en gota, s i está acostada más redondo. Eso permite que tenga una excelente viscosidad y elasticidad. Todo esto sin considerar todo lo que es tecnología en seguridad”, argumenta Torres.
Implantes con Chip incluído
La gran gracia de estos implantes es que vienen con un chip de radiofrecuencia que permite en estos momentos poder saber su número de serie, es decir, poder identificarlo con “nombre y apellido”: Marca, tamaño, etc. En poco tiempo más también se agregarán datos como temperatura, lo que permitirá a los médicos ver si hay algún tipo de inflamación o infección local, como también la presión. Si pierde presión, significa que se rompió el implante y debe ser reemplazado por uno nuevo.
La vida continúa tal cual
La gran mayoría de las pacientes que se someten a un aumento mamario no necesitarán más que pasar una noche en la clínica y hacer reposo una semana en su casa. Pasan inadvertidas y pueden volver rápidamente a sus trabajos. Por estas fechas, cuando comienza el frío, es un buen momento para realizar estas cirugías cada vez menos invasivas. Esto, porque al abrigarse la piel está menos expuesta, las pacientes pueden reincorporarse a su vida con total normalidad, para luego disfrutar del verano con la forma de su cuerpo que añoraron por tanto tiempo. CH H.