¿De qué se trata realmente?
Desde el momento que sabemos que vendrá una nueva vida en camino, empiezan millones de cuestionamientos en relación a lo que será nuestra maternidad y paternidad. Actualmente uno de los conceptos que se encuentra mas en boga es el “apego”.
¿Qué es el apego? La psicóloga Marisol Fernandez, especialista en el tema nos cuenta: “El apego es una predisposición innata o motivación primaria de los seres humanos de establecer vínculos intensos y duraderos con una figura preferencial o significativa”. Es decir, aquel lazo que creamos con nuestros hijos del momento en que nacen y a través de diferentes instancias.
Ahora, la pregunta más importante es ¿cómo logramos trabajar algo que es intangible? Aunque no lo creas, existen miles de situaciones durante el día a día en que trabajas el apego con tu hijo y son tan comunes, que incluso puede que no te des cuenta. Para Marisol, este ejercicio suceden “como esos momentos mágicos. Esas instancias en la que el niño experimenta un estrés y el cuidador hace algo para calmarlo”. Explica también, que para los pequeños la “conducta de apego; es todo lo que utiliza un niño o bebé para llamar tu atención, para que le ayudes a volver a su armonía”. Entonces, el apego lo trabajas en situaciones sencillas, como tomarlo en brazos, cantarle una canción, cambiar ese pañal molesto, abrazarlo, hacerlo dormir y a medida que va creciendo ayudarlo a que, el ambiente que le rodea, se haga más fácil de entender.
También la especialista nos aclara un listado de los principales mitos (entre varios) en relación al tema:
– Si a uno no le hicieron “apego” en la clínica no generará vínculo seguro.
– No es bueno acudir cada vez que un niño esté llorando porque puede acostumbrarse o “manipular”.
– Es bueno dejar a los niños llorar, para que aprendan a estar solo, sepan lo que es la frustración y logren de a poco ser más independientes.
– Las pataletas son maneras que utilizan los niños para “manipular y conseguir lo que quieren.
– En la lactancia es indispensable amamantar para desarrollar un buen vínculo con el bebé.
– Los bebes debieran aprender a ser autónomos e independientes desde el comienzo, por ejemplo dormir solos.
– Si tomo mucho a mi bebé en brazos y lo consuelo se “malcriará”.
– Si trabajo muchas horas fuera de la casa no voy a poder generar apego seguro con mis hijos.
Finalmente, el apego es aquel vínculo de confianza que puedes formar con tu hijo y que a medida que crece podrás ir viendo los resultados, puesto que no es un ejercicio que trabaje solo cuando es pequeño, sino también de adolecente e incluso adulto. Fernández explica: “Aunque el vínculo de apego es especialmente evidente durante los primeros años de vida, es una necesidad innata del ser humano de sentirse comprometido en relaciones afectivas significativas y duraderas con los padre, hijos y parejas. Por lo tanto podemos promover el apego manteniéndonos atentos conectados, sincronizándonos con nuestros niños a cualquier edad”.