Trabajar en el jardín o hacer un huerto: La naturaleza estimula las sensaciones de todos, especialmente de los niños. Es por que mientras más pequeños tengan acercamiento con este mundo, más conciencia tomarán del medio ambiente y así también crearán un lazo especial con un aspecto clave del futuro de la humanidad.
Cocinar: No solo disfrutas tiempo con tu hijo: además desarrolla buenos hábitos alimenticios al evitar la comida chatarra. Cocinando, los más pequeños conocen olores, texturas y sabores distintos, desarrollando su gusto desde pequeños.
Búsqueda del tesoro: Puede ser en el patio o el jardín. Esconde un objeto que tenga valor para ellos y para que él salga a la búsqueda de éste. Puedes darles pistas, confeccionar un mapa o guiarlo a través del “frío, caliente”.
Eventos fuera de casa: Puedes llevarlo a una obra teatral, concierto o una actividad deportiva. La idea es crear un hábito con tu hijo al realizar una actividad fuera de la casa. De este modo se formará un lazo importante, ojalá permanente, que con el tiempo será sinónimo de buenos recuerdos junto a la familia.
Picnic en el patio de tu casa: Aunque los días no acompañan mucho con las bajas temperaturas, vale la pena aprovechar esas tardes en las que el sol templa un poco más.