Una importante polémica se desató luego que el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, señalara en CNN Chile que «la necesidad es abrir los jardines, pero con resguardos», argumentando que estos centros son prioridad ya que los padres podrían volver a sus trabajos gradualmente.
Al respecto, la representante de los Jardines Particulares Unidos, Marcela Olivares, indicó a 24Horas que este llamado se basaría en la reactivación de la economía y que no cumple con proteger la salud de los niños o el personal.
En esta línea, destacó que «nos parece sumamente curioso que sea el ministro de Hacienda quien hace el llamado para la reapertura y no el ministro de Educación, quien en este caso debería pronunciarse. A nosotros nos suena más a reactivación económica y no se está considerando la protección de la salud».
Asimismo, Olivares aseguró que «no están las condiciones para retornar y reabrir los jardines infantiles. Además, se debe considerar que los equipos de trabajo viven en otras comunas y no necesariamente podrían encontrarse en una etapa de desconfinamiento».
En tanto, reparó en que la capacidad de cada recinto debería ser del 50% y con una reducción del personas, lo que significará otro golpe al sector, ya que más del 80% de los establecimientos de este tipo estaría cerrando por falta de recursos, según los datos que manejan.
«Según nuestra base de datos, el 88% de los jardines infantiles cerraba entre los meses de septiembre y octubre. Es fácil ver en la región Metropolitana cómo día a día desaparecen jardines infantiles y salascunas y que hoy están a la venta. La carga económica ha sido enorme y es muy difícil sostenerla sobre nuestros hombros», aseveró.
Con esto, explicó que aproximadamente 122 mil niños quedarían sin un jardín y 34 mil profesionales sin trabajo.
Por otra parte, en relación a la posible ayuda gubernamental, Olivares aseguró «estábamos pidiendo una subvención a fin de proteger la educación inicial (…) El Presidente siempre ha dicho que los niños primero, pero lamentablemente nos hemos encargado de decir que él ha olvidado esta promesa y que va a dejar a la deriva la educación inicial».
Finalmente, señaló que «se nos ha ofrecido apoyar un proyecto de subvención a los niveles medios a cambio de recibir algún aporte o subsidio en uno o dos años. Nos parece impresentable, primero porque es el anuncio del fin de la educación primaria. Implicaría que los niños a los 2 años podrían ingresar al colegio. Contradice todo lo que los niños necesitan para su buen desarrollo. Chile sería el primer lugar en el mundo en el que los niños se escolarizarían a los dos años». CHH
