¿Los niños seguirán estudiando desde la casa? Por el momento, pareciera que sí. Ya sea en aquellos lugares donde falta poco para que el curso termine como en los que recién comienza, la realidad es la misma. La polémica entre enviar o no a los niños a la escuela sigue abierta. Mientras, tratemos de construir el mejor ambiente para que, desde casa y frente a sus dispositivos electrónicos, jueguen su mejor rol.
Buscar un lugar con una buena iluminación
El espacio seleccionado debe tener una buena luz natural ya que ésta potencia el bienestar, aumenta la creatividad y facilita el desarrollo de las tareas de forma más ágil y eficaz. Buscar un lugar con ventanas cercanas, aprovechar los patios siempre y cuando se pueda o utilizar planos de vidrio para permitir el paso de la luz a los rincones más oscuros, son algunas soluciones.
Ventilar la habitación
Como parte de su campaña “El aire que respiras”, Daikin ha hecho énfasis en cómo la temperatura de un entorno afecta directamente la capacidad de los niños para concentrarse, absorber y retener información. Los estudios han demostrado que cuando en un salón de clases hace demasiado calor, el cerebro le recuerda constantemente al cuerpo que haga algo con respecto a la temperatura, y debido a esta interrupción constante, es más difícil concentrarse. Una ventilación y temperatura adecuadas aumentarán el confort y rendimiento.
El silencio, vital
Está demostrado que la exposición a un nivel excesivo de ruido está directamente relacionada con complicaciones en el aprendizaje y la cognición. Llenar su espacio con conversaciones familiares o tener un televisor encendido cerca solo hará que ellos se desconcentren con mayor facilidad. Si no se puede contar con una habitación independiente, sería conveniente optar por un panel que aísle un poco el área y permita la concentración.
Mesas y sillas confortables
La comodidad y la ergonomía han de ser factores clave a la hora de buscar el mobiliario para estudiar. No importa qué bonito sea, pero sí cuán cómodo sea. Es indispensable una mesa que se adapte en tamaño y altura a los niños y una silla que cuide de la espalda y facilite una postura adecuada.
Usar los recursos tecnológicos adecuados
Es esencial contar con recursos tecnológicos apropiados, que permitan seguir las clases y/o tareas sin ningún tipo de inconveniente. Se recomiendan dispositivos de gran portabilidad, pero potentes, que permitan la multitarea y pantallas con tecnología capaz de proyectar imágenes claras y vívidas y proteger de la exposición constante a su luz.
El orden que necesitan
Un espacio desarreglado no incita a la concentración por lo que es vital ordenar el escritorio cada día antes de empezar la sesión de aprendizaje. Puedes buscar pequeñas cajas para crear un archivo en el que puedas clasificar sus materiales.
Exhibe sus logros
Esta es una gran idea, sobretodo para los niños más pequeños. Incluye un área para presumir sus logros. El orgullo familiar es un incentivo más poderoso que cualquier regalo. Muéstrale a todos lo bien que “trabaja” tu niño o niña.
La planificación
Si es posible, usa una pizarra para organizar sus tareas. Mantener una rutina y orden es esencial para que ellos puedan lograr sus metas más fácilmente. Es muy importante planificar y seguir horarios: levantarse a la misma hora, ponerse a estudiar y finalizar cuando corresponde, bañarse en cierto horario y tener una hora para dormir.
Mantener a los amigos, aunque sea virtualmente
Uno de los peligros de esta “nueva normalidad” es la falta de vínculos sociales. Trata de que ellos sigan conversando con los amigos, aunque sea de manera virtual. Recuerda que la OMS recomendó los videojuegos durante esta etapa, por supuesto, con horarios establecidos.
Compromiso familiar
Los niños no podrán aprender sin el compromiso de la familia. Son tiempos difíciles para padres y madres que también trabajan, pero todos en casa deberán repartirse las tareas y crear un esquema que le permita al niño tener el mejor espacio, concentración y enfoque en sus responsabilidades escolares.