Inculcar a nuestros hijos el amor por la lectura favorece un mejor desarrollo afectivo y psicológico en los niños, les da la oportunidad de experimentar sensaciones y sentimientos con los que disfrutan, maduran y aprenden; con los libros ríen, sueñan y viajan a otros mundos, comparten momentos gratos en familia reforzando así el vínculo con los padres.
Se ha demostrado que la lectura mejora la capacidad y el progreso lingüístico de los niños. De hecho, cuanto antes se expone a un niño la lectura, mejor es su capacidad lingüística y sus habilidades. Aprenden las palabras con mayor rapidez, mejoran su comprensión y ejercitan su cerebro par ala adquisición del lenguaje que se produce entre los 10 y 30 meses.
Los expertos indican que la exposición temprana de los niños al lenguaje narrativo y poético, a los juegos de palabras y las rimas contribuye a una apropiación distendida del lenguaje y a la comprensión de las estructuras profundas de la lengua materna. La pediatra Esther Serrano aconseja a “leer en voz alta a los niños incluso antes de que empiecen a caminar”.
En Chicureo Hoy te dejamos algunas de las recomendaciones para fomentar desde casa que los niños lean y su desarrollo del lenguaje resulte el mejor posible:
- Organizarse: la desorganización puede estar reñida con la lectura. Por eso los pediatras recuerdan que es importante ayudar a los niños a organizar su tiempo y su biblioteca.
- Ser constantes: todos los días hay que reservar un tiempo para leer, en momentos relajados y con buena disposición para ello.
- Pedir consejos: es importante pedir consejo en el colegio, las bibliotecas y las librerías sobre los libros más adecuados para cada niño y cada edad.
- Escuchar: en las preguntas de los niños y los adolescentes está la clave para aprender sobre sus gustos y motivaciones
- Estimular y alentar: cualquier situación puede proporcionar motivos para llegar a los libros. Por ello recomiendan dejar siempre libros al alcance de los niños.
- Dar ejemplo: las personas adultas son un modelo de lectura para niños y jóvenes, que muchas veces los imitan; es importante leer delante de ellos.
- Respetar: los niños tienen derecho a elegir. Hay que estar pendientes de sus gustos y de cómo evolucionan.
- Proponer, no imponer: es mejor sugerir que imponer. Hay que evitar tratar la lectura como una obligación.
- Acompañar: el apoyo de la familia es necesario en todas las edades. No conviene dejar a los niños solos cuando aparentemente saben leer.
- Compartir: El hábito de la lectura se contagia leyendo junto a los niños. CH H.