Por: Javiera Cisternas, periodista Chicureo Hoy.
Según cifras entregadas por la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), en el lanzamiento de su campaña “Niño Seguro”, en Chile, la primera causa de muerte violenta de niños entre 1 y 14 años son los accidentes de tránsito. En una década fallecieron más de 1.300 niños y adolescentes entre 0 y 17 años en siniestros viales y más de 80.000 quedaron lesionados.
Según información entregada por Automovil Club, existen cifras aún más impactantes en relación a este tema: Más del 40% de los conductores no utiliza sillas de seguridad en el traslado de menores, el 80% admite sacarlas de su automóvil para darle espacio a otro adulto y aún hay un 10% que prefiere llevar a los menores en los brazos. Datos que no deben dejar indiferente a nadie, sin tomar en cuenta, además, que del universo de sillas de seguridad instaladas, más del 90% está mal anclada, lo que se transforma en un riesgo latente para los infantes, debido a que en una desaceleración fuerte –sin llegar al choque- un niño pueden salir arrojado por un parabrisas, lo que aumenta en cinco veces las probabilidades de resultar muerto o seriamente lesionado.
Desde el momento que los niños nacen, debe ser trasportados en silla nido (huevitos), sillas de auto y alzadores, dependiendo de la etapa en que se encuentran. En Chile la legislación establece que la silla de lactante debe ser hasta los 18 o 20 meses, a pesar de que los estudios internacionales están prolongando la estadía, hablando incluso hasta los 48 meses. Todos los niños menores de cuatro años, deben utilizar silla de auto o sistema de retención intantil. Frente a esto, Automóvil Club explica, “se debe a que los seres humanos resistimos desaceleraciones de hasta sólo 30 km. por hora, y estos equipos de seguridad pasiva son los que realmente los protegen frente a un eventual siniestro, por lo tanto, debemos comprender que las sillas de seguridad es el sistema de protección infantil más eficiente dentro de un automóvil, y el único capaz de proteger de mejor manera el cuerpo del niño en el caso de un siniestro vial”.
Sergio A. Rendich, pediatra de Clínica Las Condes Chicureo explica sobre la utilidad los dispositivos para transportar lactantes y niños. “Sus principales funciones son impedir la eyección del niño fuera del auto y distribuir la enorme energía de los accidentes automovilísticos, sobre las partes más firmes del cuerpo, para disminuir la repercusión del trauma encefálico, de la columna y los órganos internos”, explica el especialista y agrega, “es importante destacar que la recomendación actual es transportar a los niños pequeños mirando hacia atrás el mayor tiempo posible, sugiriendo la prestigiosa Academia Americana de Pediatría mínimo hasta los 2 años”.
Finalmente es importante considerar, que a pesar que uno vaya manejando despacio, no significa que se esté 100% seguro frente a un accidente, puesto que el auto contrario puede venir mucho más rápido, frente a esto, el pediatra de la CLC, comenta: “Desde que el auto comienza a moverse los niños tienen riesgo, si no van sujetos. En resumen, a pesar que uno maneje lentamente y con cuidado, por ejemplo a 20 kl por hora, siempre está el riesgo de ser chocado por otro conductor a alta velocidad, por ejemplo a más de 60 kl por hora”, aclara el especialista.