Por Constanza Trincado, periodista Chicureo Hoy
Hace cuatro años que una idea muy particular les daba vueltas en la cabeza. Eran tantas las ganas de optar a un colegio no tradicional para sus hijos que hace poco esta iniciativa finalmente se concretó. Monserrat Navarrete, Tamara Omegna y Graciela Arancibia ya tienen todo planificado para empezar con su nuevo proyecto en marzo del próximo año: un colegio con metodología Waldorf, llamado Pewün.
Un método proveniente de Alemania que se basa en respetar los ritmos evolutivos del niño, permitiéndoles desarrollarse con libertad e interactuar con elementos de la naturaleza. La idea es que no haya estimulaciones externas que apuren el aprendizaje de los alumnos. Caminatas, trabajos en huerto, cocinar sus propias colaciones, son algunas de las actividades naturales que realizan los alumnos durante su primera etapa experimentando en colegios de este tipo. Posteriormente, mientras los niños van creciendo, “se empieza a academizar de una manera muy hermosa”, tal como indica Monserrat Navarrete a Chicureo Hoy. “Los resultados son excelentes y además el método genera personas libres, creativas, que saben lo que quieren y que aman lo que hacen. Es maravilloso”, afirma.
En este tipo de colegios, los cursos se dividen de igual forma que en un colegio tradicional, a diferencia de que al primer curso, se le denomina primer septenio. Aquí se junta a niños desde los tres años hasta los seis o siete, dependiendo de la madurez del niño, para luego pasar a primero básico.
Debido a su sistema, el método Waldorf no evalúa con notas a los alumnos, sino que se centran en la observación. Sin embargo, al no ser reconocido por el Ministerio de Educación, los alumnos deben dar exámenes libres.
En cuanto a los profesores no necesariamente tienen que contar con estudios profesionales, sino que pueden hacer seminarios que los capaciten para educar en esta metodología. Esto es precisamente lo que harán Tamara, Monserrat y Graciela, quienes dentro de poco tiempo se someterán a uno de los seminarios que se imparten en Chile. De todas maneras, ya cuentan con el apoyo de otros profesores que se unirán a su proyecto.
Hace un par de semanas, estas tres amigas iniciaron la difusión de la iniciativa mediante afiches en las redes sociales. Esta pequeña escuela se llamará Pewün y estará ubicada en el sector de Santa Rosa de Lampa. Una parcela donde vive Tamara, la cual cuenta con un terreno grande, con huertos y abundante naturaleza, será la sede encargada de acoger a todos los niños que deseen integrarse a esta metodología tan particular. “No se requiere de una infraestructura tan sofisticada, es más bien sencilla y natural, por lo que no tendremos que hacer grandes adaptaciones”, indica Tamara.
Sin embargo, la metodología requiere de un grado de adaptación, por lo que no se recomienda llegar a un colegio así cuando los hijos ya son grandes. Debido a esto, la iniciativa de Lampa comenzará con cursos pequeños, que partirán con el primer septenio hasta segundo básico. Esto comprende el rango de edad entre los tres y ocho años.
Las admisiones también son diferentes. Aquí no se requiere de una prueba de admisión que evalúe los conocimientos de los alumnos, sino que las entrevistas con los padres son la base para saber si están aptos para aprender con el método Waldorf. “Se hacen entrevistas a los padres de los niños para saber a qué te enfrentas y determinar si la familia está adaptada para entrar a un colegio con este método. Es crucial esta entrevista, ya que la metodología va de la mano con la filosofía de vida”, indica Tamara a Chicureo Hoy. Sus fundadoras aclaran que no resulta compatible aceptar a una familia que no tenga un estilo de vida que sea acorde a la metodología, ya que no se obtienen resultados y se genera un quiebre en el niño al ver dos mundos totalmente opuestos.
Cada una de las tres fundadoras tiene carreras profesionales distintas. Monserrat es ingeniero ambiental, Tamara técnico en agricultura ecológica y Graciela profesora de historia y orientadora, características que resultan útil para dar vida a Pewün y que se enfocan en un solo objetivo, conseguir este espacio tan especial para los niños y generar conciencia de la naturaleza en ellos.
A Monserrat le ha sorprendido la acogida que ha tenido este nuevo proyecto. A pocos días de difundirlo, ya las han contactado más de 10 familias interesadas en el colegio. Por lo mismo, el próximo 2 de julio realizarán una reunión con los interesados y los participantes del proyecto. En caso de querer participar y conocer más detalles, está la opción de contactarse con sus fundadoras a horizontewaldorf@gmail.com. CH H
