Las plantas tienen un montón de beneficios para nuestro hogar. No solo llenan la casa de color, sino que también sirven para oxigenar el aire.
Con ellas, los niños pequeños y en especial los bebés pueden un primer contacto con la naturaleza, aunque siempre debemos tener cuidado. No todas las plantas de interior o exterior son aptas para que los niños pequeños se acerquen a ellas.
Aunque las intoxicaciones y otras afecciones provocadas por plantas son sólo un pequeño porcentaje de la generalidad, puede ser que estén subdiagnosticadas. A veces, las reacciones no son inmediatas. Hay casos en que tardan varias horas en manifestarse, y entonces es difícil relacionar el efecto con la causa.
Debemos tener en cuenta que algunas plantas pueden llegar a ser realmente perjudiciales para nuestra salud y en especial, la de los niños.
A continuación, te dejamos una lista de las plantas que debes evitar, ya que pueden ser tóxicas para los bebés y niños:
- Acebo: tanto las bayas (de color rojo) como las hojas son tóxicas, y su ingestión puede provocar náuseas, vómitos, somnolencia y convulsiones.
- Azaleas: las partes venenosas son las hojas. Puede provocar estomatitis, vómitos, diarrea e incluso convulsiones y coma.
- Ciclamen: Es inesperadamente una planta altamente tóxica. La ingestión puede incluso provocar convulsiones peligrosas.
- Jazmín: toda la planta es venenosa. Puede provocar falta de coordinación de movimientos, alteraciones visuales, sequedad de boca y dificultad para tragar o dificultad para respirar.
- Lirio de los valles: es una planta muy tóxica, muy peligrosa e incluso mortal.
- Muérdago: muy decorativo y decididamente atractivo, pero rico en toxinas que manifiestan sus consecuencias pocas horas después de ingerir partes de la planta.
CHH.
