Los problemas a la visión pueden afectar a cualquier edad. Es por eso que se debe estar atento respecto a los hijos si es que presentan alguna dificultad en esta materia. Estrabisimos vicios de refracción, como miopía y astigmatismo, son las patologías visuales más comunes en los niños en edad escolar.
Aquellos niños que presentan algún grado de dificultad en este aspecto además tienen problemas para ver la pizarra, lo que influye en el proceso de aprendizaje y rendimiento escolar. Al respecto, la especialista en oftamología de la Universidad Central Viviana Castillo recomienda que el primer control con un profesional se realice a los cuatro años, o antes si se detecta con más temprano algún problema de este tipo.
“Muchas veces el niño no logra manifestar su problema hasta que es mayor. Esto podría estar explicado en parte porque nació con esa condición, no conoce otra realidad y se acostumbra a ella. Sin embargo, son los padres quienes juegan un rol fundamental, debido a que por medio de la observación pueden percatarse que algo no anda bien. Por ejemplo, si el niño choca con las murallas, le cuesta recoger objetos o se acerca mucho para ver televisión”, plantea la profesional.
Los principales signos que pueden alertar que un niño tiene problemas visuales, según la experta, son:
-Dificultad para ver bien en la pizarra, especialmente si se sienta en los últimos puestos de la sala.
-Dificultad de aprendizaje o problemas de rendimiento académico
-Ver la televisión de cerca.
-Dolores de cabeza.
Si luego del chequeo médico, el escolar tiene que utilizar anteojos, se deben elegir unos de tamaño adecuado a su rostro, de un material resistente a las caídas y con un sujetador en las patas del lente. CH H
