Por: Javiera Cisternas, periodista Chicureo Hoy.
Todos los padres se toman muy en serio las labores en torno a su rol; se preocupan que el niño se alimente bien, que descanse de modo adecuado y más, pero ¿fomentan también su imaginación? En Chicureo Hoy, sabemos que, esto último, es algo que muchas veces, va acompañado al cuestionamiento de si está haciendo bien o no su trabajo como papá o mamá.
Para Keka Baeza, psicopedagoga infantil, una de las mejores herramientas para lograr esto, son los libros, “pues ellos se caracterizan por ser un material inagotable de conocimientos”, explica la psicopedagoga.
La lectura es un ejercicio que se debe fomentar y trabajar porque “Los niños no nacen buenos lectores”, sino que “alguien” debe sembrar en ellos el deseo de serlos. Estos personajes son generalmente sus padres o un hermano mayor”, explica Baeza.
Incluso para esta especialista, los libros son una herramienta que de por sí, pueden abrir puertas para que el día de mañana, estos niños sean adolecentes o adultos con facilidades en sus estudios “Si se examina la niñez de una persona madura, que ha tenido éxito en los estudios y en la vida, es muy probable que se debe a que fue expuesto a experiencias que enriquecieron su mente y su vocabulario, en otras palabras, los libros”, explica Keka Baeza.
Es así como la especialista, entregó a Chicure Hoy algunos tip’s de cómo inducir a los pequeños en este mundo:
• Invítalos a leer algo que tú ya estas leyendo: “Ven mira el libro que estoy leyendo”
• Motívalo a buscar algo que le llame la atención: ”Mira, aquí podríamos encontrar uno que te guste”. “Así también se da entender que al adulto le gusta leer”, explica la psicopedagoga.
• El tener libros en la casa, hace que los niños se sientan cómodos con ellos.
• Los libros de cartón o plásticos sirven para que los más pequeños aprendan a sostenerlos, dar vuelta las páginas y a disfrutar de las imágenes.
• Los libros de cuentos ayudan a los niños a ampliar su imaginación y les proporciona expresiones que nunca escuchan en las conversaciones cotidianas.
• Leer en voz alta un cuento a un niño: es divertido, abre las puertas de la imaginación, fomenta el deseo de leer, proporciona una ventana educativa y estrecha lazos familiares.
• Leer solo a un niño: amplía su mundo infantil, desarrolla la independencia del niño, estimula su imaginación, crea un hábito que durara toda la vida, enriquece su vocabulario. CH H
